Vamos a crear un huerto ornamental en el jardín con la plantación de lechugas, tomates, cebolletas y calabaciones.
Cada vez son más las personas que descubren la profunda satisfacción de cultivar sus propiasverduras y hortalizas, por eso, en este briconsejo os proponemos el desarrollo de un huerto dentro del jardín. Constituye una actividad gratificante y saludable, que nos permite obtener productos frescos y muy sabrosos.
El espacio que seleccionemos para crear nuestra propia huerta debe ser soleado y procurar que no esté expuesto a fuertes rachas de viento, que dificultan el crecimiento de las plantas. Para realizar este trabajo, hemos adquirido en el mercado plantas de lechugas, tomates, cebolletas y calabacines.
Paso a paso para hacer un huerto ornamental en el jardín
Paso 1
Lo primero que haremos será preparar la tierra adecuadamente. Después de retirar los restos de hortalizas que hayan podido quedar en la tierra de la temporada anterior, esparciremos un abono orgánico uniformemente por toda la zona, aportando los nutrientes necesarios para el óptimo desarrollo de las hortalizas.
Lo primero que haremos será preparar la tierra adecuadamente. Después de retirar los restos de hortalizas que hayan podido quedar en la tierra de la temporada anterior, esparciremos un abono orgánico uniformemente por toda la zona, aportando los nutrientes necesarios para el óptimo desarrollo de las hortalizas.
Paso 2
Nosotros vamos a emplear guano, un abono natural procedente de los excrementos de las gaviotas y los pingüinos del hemisferio sur, muy apropiado para el huerto o el jardín. Mezclamos bien el guano con la tierra e igualamos la superficie, con la ayuda de un rastrillo.
Nosotros vamos a emplear guano, un abono natural procedente de los excrementos de las gaviotas y los pingüinos del hemisferio sur, muy apropiado para el huerto o el jardín. Mezclamos bien el guano con la tierra e igualamos la superficie, con la ayuda de un rastrillo.
Paso 3
Una vez que la tierra este bien preparada y abonada, ya podemos comenzar a plantar las distintas hortalizas y verduras. Tendremos que planificar bien la distribución de las mismas, para sacarle el máximo rendimiento posible al terreno disponible. Cuando hayamos elegido la distribución exacta de las plantas, empezaremos a poner unos tutores para guiar las tomatera; nosotros vamos a colocar unas varas de alambre en forma de espiral, que resultan muy decorativas
Una vez que la tierra este bien preparada y abonada, ya podemos comenzar a plantar las distintas hortalizas y verduras. Tendremos que planificar bien la distribución de las mismas, para sacarle el máximo rendimiento posible al terreno disponible. Cuando hayamos elegido la distribución exacta de las plantas, empezaremos a poner unos tutores para guiar las tomatera; nosotros vamos a colocar unas varas de alambre en forma de espiral, que resultan muy decorativas
Paso 4
Después, realizaremos unos agujeros ligeramente más grandes que las raíces al lado de las varas y plantaremos las tomateras. Es imprescindible realizar elentutorado de estas plantas, para evitar que se rompan con el peso de los frutos. Según vayan creciendo, las iremos guiando por las varas, doblándolas ligeramente o atándolas.
Después, realizaremos unos agujeros ligeramente más grandes que las raíces al lado de las varas y plantaremos las tomateras. Es imprescindible realizar elentutorado de estas plantas, para evitar que se rompan con el peso de los frutos. Según vayan creciendo, las iremos guiando por las varas, doblándolas ligeramente o atándolas.
Paso 5
Continuamos plantando unos calabacines en frente de las tomateras. Esta planta de hojas grandes es una variedad de calabaza de frutos no demasiados gruesos, alargados, con una piel verde clara ligeramente estriada y brillante, según las especies y variedades. Exige mucho espacio y una posición bien soleada y ventilada.
Continuamos plantando unos calabacines en frente de las tomateras. Esta planta de hojas grandes es una variedad de calabaza de frutos no demasiados gruesos, alargados, con una piel verde clara ligeramente estriada y brillante, según las especies y variedades. Exige mucho espacio y una posición bien soleada y ventilada.
Paso 6
Para poder hacernos excelentes ensaladas, cultivaremos también unas lechugas. Entre la gran variedad de lechugas que existe en el mercado, plantaremos unas lechugas romanas, las clásicas de hojas alargadas verde que se agrupan de forma poco apretada alrededor de un tronco, y otras de hojas sueltas rojizas. Practicamos los agujeros necesarios, introducimos las plantas y rellenamos con tierra, de manera que las hojas inferiores estén justo por encima del suelo.
Para poder hacernos excelentes ensaladas, cultivaremos también unas lechugas. Entre la gran variedad de lechugas que existe en el mercado, plantaremos unas lechugas romanas, las clásicas de hojas alargadas verde que se agrupan de forma poco apretada alrededor de un tronco, y otras de hojas sueltas rojizas. Practicamos los agujeros necesarios, introducimos las plantas y rellenamos con tierra, de manera que las hojas inferiores estén justo por encima del suelo.
Paso 7
Para completar nuestro huerto, vamos a colocar unas cebolletas, una planta herbácea con hojas aromáticas finas y tubulares que presentan matas compactas, parecida a la cebolla pero en reducidas dimensiones. Como lo que queremos conseguir son unas cebolletas pequeñas y tiernas, y no grandes cabezas, las plantaremos de tres en tres.
Para completar nuestro huerto, vamos a colocar unas cebolletas, una planta herbácea con hojas aromáticas finas y tubulares que presentan matas compactas, parecida a la cebolla pero en reducidas dimensiones. Como lo que queremos conseguir son unas cebolletas pequeñas y tiernas, y no grandes cabezas, las plantaremos de tres en tres.
Paso 8
Para terminar nuestro trabajo, regaremos generosamente la tierra, evitando mojar de forma directa las plantas. Empleando unos pocos minutos al día y regando ligeramente de forma regular la tierra, obtendremos unas hortalizas y verduras con un aspecto y un sabor inmejorables.
Para terminar nuestro trabajo, regaremos generosamente la tierra, evitando mojar de forma directa las plantas. Empleando unos pocos minutos al día y regando ligeramente de forma regular la tierra, obtendremos unas hortalizas y verduras con un aspecto y un sabor inmejorables.
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