El huerto urbano en noviembre requiere una serie de cuidados específicos.
Las temperaturas son cada vez más bajas y la luz del día más escasa lo que provoca una bajada de la actividad en nuestro huerto urbano, pero no quiere decir que se detenga. De hecho, ahora no tendremos que descuidarlo y lo protegeremos y prestaremos atención para que nuestras plantas estén sanas y nos den muchas alegrías.
Cuando comencemos a planificar la actividad de un huerto urbano tenemos que tener cuenta el tiempo que le queremos dedicar y cuales son nuestros gustos culinarios a la hora de decidir qué sembrar y en qué cantidades. Siempre es mejor cultivar pocas cosas pero buenas, que muchas cosas y que nos desborden los cuidados del huerto. La idea es disfrutar y no agobiarse con nuestra huerta.
Cosecha
En las zonas templadas donde todavía no ha comenzado el frío intenso, algunos cultivos de verano todavía dan frutos, como berenjenas, calabacines y tomates. De los cultivos otoñales también podemos cosechar muchísimas cosas como calabazas, aunque las estrellas del invierno son las coles, coliflores, coles de Bruselas, coles repollo o las coles chinas, relativamente nuevas por estas latitudes.
Si lo que queremos en nuestra cocina es alegría también podemos cultivar las acelgas, las berzas, lasespinacas, el perejil o el apio. Con todas podemos ir cortando las hojas cuando las vayamos necesitando, sin cortar la planta entera, para que siga produciendo. Por otro lado, la alcachofa se convierte en una imprescindible y la verdadera planta de flor protagonista. Un truquillo: si dejas que la primera alcachofa sin recoger producirá más y tendrás en el balcón una decorativa flor morada.
Siembra
Debido al frío es recomendable utilizar semilleros cubiertos, semilleros calefactados o invernaderos de jardín, y en ellos sembrar, por ejemplo, cebollas y coles. Si nos decidimos por la siembra directa, sembramos ajos, espinacas, rabanitos, habas, lechugas, escarolas y también patatas.
Riego
Noviembre no es un mes para preocuparse del riego puesto que las lluvias otoñales harán que nuestra tierra esté, normalmente, bastante húmeda. Además, ya no hace calor y las necesidades de agua de las plantas son menores y la evaporación del agua presente en la tierra menor.
Aún así, tenemos que vigilar el riego de nuestras plantas, sobre todo en los trasplantes y cuando son aún pequeñas, y tener especial cuidado con el exceso de humedad. Toca la tierra antes de regar y si está húmeda todavía retrasa un poco el riego. Si tenéis una pequeña instalación de riego por goteoes un buen momento para limpiar las tuberías y goteros de riego.
Plantas aromáticas y medicinales
Si queréis elaborar vuestras propias infusiones es un buen momento para trabajar en el huerto aromático y medicinal. Se pueden trasplantar por esquejes varias plantas, como el romero, la marialuisa o la salvia. Por división de mata plantamos la melisa, las ortigas, blanca y mayor, la ajedrea y el tomillo.
Plantas adventicias o malas hierbas
La buena noticia es que las plantas adventicias o malas hierbas crecen a menor velocidad por lo que será más sencillo quitarlas de nuestro huerto o jardín. Eso si, si hemos cubierto el suelo con algún tipo de acolchado durante el verano, para evitar la proliferación de las plantas adventicias y retener la humedad en el suelo, conviene empezar a abrirlo un poco para que el sol llegue al suelo y pueda acumular algo de calor.
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